viernes, 27 de julio de 2007

MIRADAS EN PRAGA




Mi paso por Praga hace un par de semanas estuvo lleno de emociones y momentos mágicos de los cuales iré platicando en varias entradas, pero hubo uno que apenas ayer entendí...

De camino a mi hotel y después de un par de copas en el Club de Jazz Reduta (famoso por ser Bill Clinton uno de sus visitantes distinguidos además de gustarle tocar ahí su saxofón) me asombraba cómo cambiaban sus calles por la madrugada. El mar de gente que cubre casi a todas horas el King Road se esfuma para dar paso a la quietud y soledad de la noche.

Una luz llamó mi atención al final del camino, justo al doblar de la esquina donde está mi hotel. A diferencia del oscuro camino, ahí la luz era incesante. Era como ver desde la oscuridad de la noche el luminoso amanecer. Casi al llegar las luces se apagaron y los dos escenarios se conjuntaron. Se acabó lo fantástico de esa esquina para convertirse de nuevo en la vida real. Actores van y vienen, aplauden, ríen y agradecen al mismo tiempo que los técnicos recogen luces, cables y demás escenografía.

Entre todo ese barullo la vi. Parada a unos cuantos metros de distancia pude ver como resaltaba del resto de la gente. Al principio mostraba una mirada perdida, como queriendo atravesar los edificios ahí situados para contemplar el Charles Bridge a un kilómetro de distancia. Imité su expresión y mirada y me di cuenta de mi error, ella no quería contemplarlo, lo veía, al igual que lo vi yo con los ojos del alma. Así, ella y yo contemplamos por unos instantes el famoso puente de Praga donde nadie a excepción de nosotros lo veíamos.

Después, nuestras miradas se cruzaron y fue cuando pude notar en ella, en sus ojos, una extraña melancolía. A pesar de la gente a su alrededor, o tal vez porque ahí estaban ellos reflejaba un sentimiento de soledad. Sentí como de sus ojos querían salir un cúmulo de emociones y sentimientos retraídos por esas luces que acababan de apagarse. Sin más y llevada por sus asistentes se dio la media vuelta y se fue. Se fue pero eso no impidió seguir sintiendo su mirada.

Por supuesto que no fue amor, ella no lo sabe, pero mi corazón está en otra parte. Aún así, la experiencia fue buena...

Ayer le he vuelto a ver y entendí las razones de su mirada. Confesó que después de unos altibajos en su matrimonio sigue alado de su marido y nada ni nadie podrá separarlos. Y la vi por casualidad, mientras sentado en el sofá de casa hacía el conocido ejercicio del zapping en el televisor. Fue en un programa de la prensa rosa donde la vi junto a Brad, su esposo.

La película que se filmaba, apenas ayer supe se llama WANTED, y estará de estreno en enero del 2008. También actúa Morgan Freeman, pero a él no lo vi...


NOTA: vale, vale, tal vez exageré un poco la nota, pero de que vi parte del rodaje y no supe quienes eran, es cierto, hasta ayer...

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