El debate de ayer entre los precandidatos demócratas a la Presidencia de Estados Unidos rompió sin duda con el paradigma de los debates. En un hecho sin precedentes los precandidatos tuvieron ayer en Carolina del Sur un debate en el cual las preguntas no fueron realizadas por periodistas ni líderes de opinión; éstas fueron realizadas por personas como tu o como yo que las mandaron a través del conocido portal de vídeos youtube. Es el primer debate que se hace mucho más atractivo para la gente común y en el cual se borran del mapa la demagogia y formalidad de los periodistas que se dedican a hacer preguntas para los analistas y gente del medio.
Como todo, nada es perfecto, y hubiera sido mucho mejor que las preguntas hubieran sido seleccionadas por los mismos espectadores o internautas en base a una calificación de las mismas, pero aun así tiene mucho mérito.
Si con algo se puede comparar el debate de ayer es sólo con el primer debate en televisión en 1960. Cuando Nixon y Kennedy se enfrentaron al primer debate televisivo aceptaron el riesgo de enfrentarse a un nuevo formato, y tras él hubo en cambio en el resultado de la elección esperado.
Así como la TV cambió un resultado en 1960, soy un fiel partidario que Internet o la Web 2.0 también podrían cambiar la elección futura si alguno de los candidatos no se prepara adecuadamente para enfrentar los nuevos formatos electrónicos.
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