domingo, 28 de septiembre de 2008

UN ALTO EN EL CAMINO

El Norte
Rabino Moisés Kaiman

28 Sep. 08

Los días sagrados de Rosh Hashana (Año Nuevo judío) y Yom Kipur (Día del Perdón) son jornadas de introspección y de profundizar el espíritu religioso. Al comparecer ante Dios en oración, escudriñamos dentro de nuestros corazones y reflexionamos sobre la dirección de nuestras vidas.

Es vitalmente importante que nos detengamos ocasionalmente en el camino de la vida y hagamos inventario de nosotros y de nuestras reservas espirituales.

Un famoso explorador, al describir un viaje al Congo Belga, relata que después de una marcha forzosa de varios días, sus cargadores nativos ya no quisieron continuar.

Dijeron los nativos que habían viajado tan rápidamente que sus espíritus se habían quedado rezagados. Iban a permanecer en el campamento hasta que sus espíritus los alcanzaran.

Demasiado frecuente en la vida nosotros, también, hallamos que nos hemos adelantado a nuestros recursos espirituales. En estos días santos invocamos un paro en el diario quehacer de nuestra vida para hacer una reflexión seria y una valoración de nuestras reservas morales y religiosas.

La generación en que vivimos es rica en cosas materiales, pero pobre en valor espiritual.

Así como la mano colocada frente a los ojos esconde la más alta montaña, así también nuestra constante preocupación por las sombras pasajeras del momento frecuentemente esconde de nuestra vista el tesoro de la belleza espiritual y los valores duraderos en la vida.

Nuestros bienes verdaderos y las más grandes riquezas las hallaremos en el amor en nuestro prójimo y en nuestra confiada fe en Dios. Los tesoros de la vida, simple y sin adornos, nos rodean y están a fácil alcance, si sólo tenemos la sabiduría de buscarlos.

Ellos son los tesoros del espíritu, resguardados en las profundidades del alma humana.

En esta era de cohetes espaciales, de punzante competencia, cuando nos vemos envueltos en una red de emociones y de tensión nerviosa y la vida parece casi más de lo que la capacidad humana puede soportar, debemos asirnos a nuestra creencia en el significado espiritual de la vida.

Al entrar en la atmósfera respetuosa de estas festividades, queremos llevarnos con nosotros algo de inspiración. Nos esforzamos por llevarnos este sentimiento de Dios dentro de nosotros y asirlo estrechamente por el resto del año.

Una vez que encontremos a Dios dentro de nosotros lo encontraremos en todas partes. Una vez encontrados a nuestros hijos en nuestros corazones, los encontraremos en todas partes. Una vez que encontramos riqueza en nuestras almas, encontraremos riqueza en todas partes.

Ojalá que en este Año Nuevo judío 5769, que inicia mañana, todos encontremos nuestra paz interior para encontrar la paz en todo el mundo.