lunes, 5 de mayo de 2008

RIDÍCULO DE POLÍTICOS


De verdad que uno se encuentra actitudes ridículas en la clase política de Nuevo León y de México entero. Una de las leyes con más sentido a mi gusto aprobada en materia de campañas es la prohibición de hacer campañas antes de tiempo. En los países más avanzados que el nuestro, las campañas son cortas y los recursos que se destinan a ellas son limitados, por lo tanto, si un político quiere trascender y hacerse de una buena imagen pública en lugar de andar repartiendo llaveros, camisetas o saliendo en tv enseñando su sonrisa tiene que ponerse a hacer algo un poco más complicado: ponerse a trabajar.

Por eso resulta ridículo ver cómo nuestros políticos tratan de encontrar el hueco en las leyes para promocionarse, llegando a tales extremos como sacar en la publicidad su conocida barriga, o bien disfrazando a niños a su imagen y semejanza. Definitivamente ¡qué ridiculez!

¿Porqué mejor no ponerse a trabajar en cosas de su trabajo que los lleven a los diarios y a tv? Un buen ejemplo lo dio en semanas pasadas el legislador Rivera Bedoya, quien encontró un punto que aunque seguramente no llegará a ley por su incongruencia (eso de que se prohíba la religión en colegios privados) lo aprovechó para salir en todos los noticieros. No pagó nada, hizo su trabajo, se hizo de tiempo muy caro en tv, salió en todos los diarios aprovechando por supuesto sus intenciones de ser candidato a gobernador y todo eso, haciendo su trabajo...

Va siendo hora que los políticos dejen de contratar publicistas y mejor se pongan a trabajar, aunque cueste más trabajo, ni modo. Aunque claro, si se ponen a chambear, ¿entonces para qué son políticos?

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